-Si me das un
voto de confianza -dijo Sandra no bien estuvieron a solas- preparo la cena.
-¡Adelante!
Después yo lavo los platos -aceptó Romi.- Y ahora, me retiro al comedor a
charlar con Mike.
-Por lo que yo
entiendo de inglés, bien podés hacerlo aquí -bromeó su amiga mientras Romina
salía.
Condimentó unas
pechugas de pollo y las puso al horno con cebollas, papas y pimientos. Después
dejó preparada una ensalada de lechuga y tomate y pasó al comedor adonde Romi
todavía hablaba con su pretendiente. Preparó la mesa y encendió el reproductor
de CD. La música melódica le disparó el recuerdo de Luciano. Mañana a la noche
cenarán juntos y después compartirán cuatro días. Si pudiera ser tan espontánea como Romi... Lo conoció a Michael, le
gustó y no se hizo ningún cuestionamiento. ¿Adónde iré a parar yo como soy? Que
porque es el hermano de mi amiga, que porque tengo miedo a una desilusión, que…
-¡Listo! -dijo
Romina.- Ya arreglé con Mike para que pase a buscarme mañana por la mañana. Y
ahora, la novedad de la que ayer te mofabas: me pidió que me fuera con él a
Nueva York.
Sandra estudió el
rostro satisfecho de Romi antes de declarar:
-No me extraña,
se lo nota enamorado. Pero vos, ¿qué querés?
-Que se quede
aquí. Le dije que aún no estoy preparada para alejarme de mi familia y espero
que con el tiempo Mike piense seriamente en instalarse en nuestro país. Yo lo
amo, Sandra, pero la idea de alejarme de mis raíces me aterra. Él pareció
entenderlo, así que veremos cómo opera la distancia en nuestra relación.
-Es una decisión
valiente, amiga, pero si realmente se quieren no debería afectarlos como
pareja.
-Yo pienso lo
mismo y estoy dispuesta a correr el riesgo. Peor sería que tuviera que volverme
si el sostén de nuestro vínculo sólo está en la relación física -se acercó a
Sandra y la tomó de las manos:- Sos la única que conoce esta oferta y me alegra
coincidir con tu opinión. Por ahora, como no va a haber cambios, no lo voy a
compartir con nadie más.
-Lloraría a moco
tendido si te vas tan lejos pero si tu realización amorosa está en Nueva York,
trataría de visitarte lo más seguido posible -dijo Sandra abrazándola.
Las muchachas se
separaron en medio de risas y terminaron de acomodar la mesa. Romina encargó
helado como postre mientras su amiga sacaba la comida del horno y condimentaba
las verduras. A las diez y media daban cuenta de la cena y a las once y media
se prepararon para acostarse. La anfitriona se sentó en la cama de su invitada
para intercambiar los últimos comentarios de la noche:
-Mañana me tengo
que ir a las ocho y media -le aclaró.- Si Mike viene más tarde te dejo un
duplicado de las llaves.
-No hará falta.
También él me pasa a buscar a esa hora. -Con acento entusiasmado:- ¡Creo que
nos esperan cuatro días fantásticos! Mamá fue una vez a conocer la estancia y
volvió maravillada. Dijo que la casona es enorme, antigua y bien conservada.
Está en el centro de un predio rodeado de árboles, en contacto con la cuña
boscosa santafesina. Una gran parte del campo está destinado a la explotación
agrícola y otra al pastoreo de ganado. Tiene un corral con caballos y una
especial predilección por su monte de frutales.
-¿El que diseñó
Lucho? -se le escapó a Sandra.
-Ah… ¿Te contó
esa parte de su vida? -preguntó Romi interesada.
-A decir verdad,
hace varios días me invitó a conocerlo este fin de semana. Claro que parece que
no sabía lo del cumpleaños.
-¡Ajá! Y se lo
tenían bien guardado… -rió su amiga.
-¡No seas tonta!
Yo ni siquiera le había dicho que sí -dijo Sandra molesta.
-No te enojes
conmigo, por favor… -dramatizó Romina.- Este es uno de los trabajos que más
enorgullece a mi hermano y a pesar de ello nunca logré que me lo mostrara.
Viniendo de él, consideralo como una galantería.
-¡Qué palabra más
anticuada! -exclamó Sandra aflojando la risa.- ¿La reflotaste con Mike?
-Es un hermoso
vocablo -dijo Romina con petulancia.- Y habla de atenciones e intenciones de
hombres bien inspirados. -Miró a su amiga con cariño:- A nosotras nos faltaba
esa experiencia y creeme, cuando la vivas te vas a acordar de mis palabras.
-¿Nunca te
galanteó un hombre?
-Hasta que me
llevó a la cama. Pero con Michael el galanteo es permanente: cuando me ve,
cuando se despide, antes y después de hacer el amor. Te juro que te levanta la
autoestima hasta el infinito y despierta tus más ignorados apetitos sensuales.
-¡Guau! En
cualquier momento te lo arrebato… -declaró Sandra con gesto provocativo.
-¡Probá con el
tuyo, desfachatada! -replicó Romi con una carcajada. Y para que su amiga no
hiciera deducciones suspicaces, continuó proyectando el imaginario fin de
semana:- Podremos cabalgar, comer asado con cuero, ver una doma de potros y
reunirnos de noche alrededor del fogón para tocar la guitarra y contar cuentos
de aparecidos.
-Sos una
trastornada. Lo más probable es que llueva todo el fin de semana y tengamos que
encerrarnos entre cuatro paredes -dijo Sandra con voz lúgubre.
-¡Eso es lo que
me gusta de vos! Tu insuperable optimismo - palmoteó Romina.- En tal caso Mike
y yo no tendremos más alternativa que encerrarnos para hacer el amor. Y vos,
¿cómo te vas a distraer? ¿Jugando a las cartas?
La dueña de casa,
estimulada por la maliciosa sonrisa de su amiga, le contestó con desparpajo:
-Ya me las
ingeniaré. Seguro que no faltará un gaucho salvaje para que me entretenga.
-Miró la hora y se levantó de un salto.- ¡Me voy a dormir! Mañana tengo un
alumno a quien fastidia la impuntualidad -le dio un beso a Romina y se fue a su
dormitorio. Desde el pasillo escuchó las socarronas palabras de su amiga:
-¿Así que un
gaucho salvaje…? ¡Jajaja!
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